La odisea de una madre natalina por salvar a un hijo enfermo renal

Pamela Ojeda lucha por la vida de Rubén, su hijo mayor, quien debe dializarse tres veces por semana para seguir viviendo.
El fallecimiento de José Ojeda, el padre de Pamela, coincidió con el nacimiento de Andrea, hace nueve años y la llegada de esta pequeña fue un bálsamo parcial para lo que vendría después.
Ella y su madre, ya de más de 70 años, más la pareja de Pamela, Francisco Andrade, debieron seguir sosteniendo un hogar con cuatro hijos: Rubén, Víctor, Patricio y la recién nacida.
El mayor de esos niños, Rubén, egresó del Liceo Politécnico, como guía turístico. Hacía deportes, jugaba en el Club Deportivo Charlie Hernández y daba sus primeros pasos laborales en el mundo del turismo. Fue tanto así, que Víctor, el segundo de sus hermanos, siguió sus pasos y este año egresa de cuarto medio con la misma especialidad y es probable que Patricio y Andreíta, sigan esa misma senda.
Mientras tanto, Pamela se había incorporado a los planes de jefas de hogar y, esporádicamente, partía a cumplir faenas en una pesquera, para ayudar a mantener el hogar junto a su pareja, obrero de un contratista de Aguas Magallanes.
Pero, a comienzos de octubre, las nubes más negras aparecieron en el horizonte familiar: había nacido, en forma prematura, y con apenas 900 gramos, Javiera, hija de una hermana con retardo mental, y en el hospital de Puerto Natales, se agravó tanto el estado de salud de Rubén Bustamante Ojeda, que debió ser trasladado de urgencia al Hospital Clínico de Punta Arenas debido a un grave problema que le dañó severamente ambos riñones y lo obliga a ser sometido a diálisis de por vida tres veces a la semana.
Se determinó que para asegurar esa atención, era preciso que estuviera en Punta Arenas y allí floreció la solidaridad en Puerto Natales, otra vez.
La comunidad escolar del Liceo Politécnico, encabezada por la directora, Matilde Silva; los trabajadores de radio Natales – Angélica Navarro Cárdenas, Luis Ricardo Conejera Montenegro; Arturo “Pirucho” Pérez Velásquez y Carlos Cárdenas – los directivos, socios, entre ellos un matrimonio que “se la ha jugado”, y jugadores del Club Deportivo Charlie Hernández, algunos radiotaxistas y la comunidad natalina, acogieron los llamados radiales y apoyaron la recolección de fondos para que Pamela pudiera viajar a Punta Arenas a fin de atender a su hijo en una casa que, con esa ayuda, arrienda en la Población Cecil Rassmussen, mucho más cercana al hospital que la suya en Puerto Natales.
“No pensé que mi mamá me quisiera tanto”
Cada vez que Rubén Bustamante Ojeda es sometido al tratamiento de diálisis, queda agotado y soñoliento.
Al despertar, tiene a su lado a su madre de quien dice que “no pensé que me quisiera tanto”, porque ha promovido todo lo necesario para que reciba atención médica, tanto en Natales como en Punta Arenas.
“Me bajoneo cuando pienso que no voy a poder hacer lo que alcancé a hacer como guía. Me duele alejarme del Parque Nacional Torres del Paine, donde fui parte de una brigada forestal de la Conaf”, confidenció Rubén, no sin pena.
Pero siente, en su corazón, que va a sobrellevar esa afección renal que lo va a acompañar de por vida. Que quisiera tener una polola de Natales y otra de Punta Arenas. Que está agradecido de todos quienes le han ayudado, de su familia, de sus hermanos, de sus profesores y compañeros del Politécnico, de los del club, de los de la radio y ahora, también, según contó Pamela Ojeda, de Carlos Silva, gerente general de Bus Sur, que otorgó pasajes gratuitos para su mamá y él y, tal vez, para sus hermanos más chicos cuando quieran venir a verlo a Punta Arenas, porque “los natalinos somos solidarios y nos ayudamos cuando hay que ayudar y más cuando hay algún enfermo”.
Por ahora, en la casa de la Población Rasmussen se respira esperanza. Que faltan puertas por abrir, faltan. Que esperan más ayuda, la esperan. Que el municipio siga en la brecha solidaria (“Fernando Paredes es un siete”, afirmó Pamela) y que todos estén junto a nosotros cuando Rubén y yo volvamos a nuestra ciudad “para que lo vean y, por sobre todo, nosotros dar las gracias con toda el alma”, dijo finalmente, la madre de Rubén.
Fuente: El Pingüino
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